Una de las enfermedades más agresivas que afecta al ser humano y que aun posee múltiples incógnitas para poder hallar respuestas, resolver enigmas y lograr una cura es el alzheimer.
La demencia es un problema que afecta a nuestra memoria causando grandes dificultades a la hora de pensar y actuar. La pérdida de memoria y la ausencia de ciertas habilidades perjudican de forma muy severa el día a día de la persona que padece la enfermedad.
A pesar de las investigaciones y el empeño de científicos para descubrir y comprender los mecanismos de esta enfermedad aún hay múltiples cuestiones por resolver. Se estima que el alzheimer puede alcanzar un número más elevado de enfermos y por ello especialistas de todo el mundo intentan hallar la solución a una de las enfermedades más impactantes y dañinas para el ser humano.
El alzheimer interviene en las capacidades intelectuales de la persona: pérdidas de memoria, regresiones temporales, pérdida de habilidades cognitivas, desorientación, trastornos en el habla, desconocimiento de personas, lugares y acontecimientos.
Esta enfermedad aparece a una edad avanzada y hay algunos fenómenos que facilitan su aparición como: la obesidad, el colesterol alto, diabetes, etc. No se ha encontrado un patrón y un denominador común que nos permita establecer un sendero para poder moldear un sendero que permita llegar al final del túnel para lograr entender los mecanismos que influyen e intervienen en esta enfermedad.
Los primeros síntomas de esta enfermedad son la desorientación, sensaciones de pérdida de memoria, cambios de humor… El alzheimer desata una conducta y un desequilibrio desentonado en el paciente. Cuando aparecen estos síntomas y parecen ir a más es importante acudir a un médico para que descarte o diagnostique la enfermedad.
La demencia es una forma de matar silenciosamente, borrando recuerdos y eliminando nuestras habilidades. Se trata de un vacío que nos deja en la nada y que causa en la persona que lo padece trastornos en la personalidad y el carácter debido al gran desajuste que sufre.
Dependiendo de cada paciente la enfermedad actúa de una forma u otra. Es decir, la edad, el estado de salud del paciente y la evolución de la enfermedad son fenómenos que hacen variar la morfología del alzheimer en el paciente.
Se trata de una desconexión parcial que cada vez va creciendo más y va dificultando las rutinas del enfermo condicionando severamente su estado de vida. La memoria se va perdiendo cada vez más y más y llegamos a un punto de no retorno. En el camino encontramos trabas para hablar correctamente, invención de historias debido a que se moldean nuestros recuerdos, dificultad para reconocer personas o lugares, entre muchos otros.
El alzheimer es una forma de desaparecer en vida, es una enfermedad que nos va anulando por completo y nos va borrando todos nuestros recuerdos y nuestras habilidades. Se trata de una de las enfermedades más agresivas y lamentables que puede padecer una persona. Ante la gravedad del asunto profesionales de la salud de todo el mundo están manos a la obra para intentar comprender esta enfermedad que a día de hoy no posee cura.