En cualquier tipo de trabajo es importante tanto saber escoger la ropa de trabajo adecuada como que ésta esté limpia, pero cuando hablamos de ropa para hospitales existe un plus añadido: no solamente tiene que estar limpia sino que además debe garantizar que no transmite bacterias. Esto es importante tanto para el personal sanitario (no enfermar) como para los pacientes (no empeorar).
Debe ser una ropa cómoda
La ropa hospitalaria no debe ser muy ajustada, ya que muchas veces el oficio requiere mover a pacientes o ayudarlos a moverse (por ejemplo, a caminar por el pasillo, a cambiarlo, a transportarlo a otra cama o camilla, etc.). Una prenda ajustada limitaría demasiado la movilidad de quien la lleva.
Tampoco se aconseja que tenga accesorios, como por ejemplo muchos botones o cremalleras. Lo ideal es que los pantalones vayan sujetos con una goma elástica que no apriete y que la parte superior se cierre con pocos botones en la parte delantera. De la misma forma, tampoco se recomienda el uso de faldas para el personal femenino, ya que al ser abiertas se corre más riesgo bacteriano.
El tipo de material también debe ser considerado: normalmente la ropa de hospital no suele ser de algodón, ya se trata de un tipo de tejido no transpirable y poco impermeable, por lo que si se sudara o mojara se tardaría mucho tiempo en secar de forma natural. Es mejor optar por tejidos transpirables (de hecho, la mayoría de ropa hospitalaria que se vende ya cumple esta característica).
Al ser un tipo de ropa que suele exponerse a varios componentes a lo largo del día, se recomienda al personal hospitalario que como mínimo la bata (capa superior) se cambie cada día para ser lavada y/o substituida. Incluso se puede llegar a cambiar varias veces en un solo día si la situación así lo requiriera (por ejemplo: acciones en quirófano). De hecho, cuando se trata de entrar en quirófano lo más prudente y seguro es usar ropa adecuadamente esterilizada y a veces de un solo uso.
Aunque no sea prioritario como en otros tipos de trabajo, es importante que también se observe cualquier desgaste o rotura y sea substituida o arreglada lo antes posible.
Importancia de la limpieza
Como ya más o menos hemos venido diciendo, es importante mantener la higiene. Por ejemplo: vigilar que la ropa sucia no entre en contacto con nada, o tener en cuenta que normalmente las bacterias están por el aire y se pueden pegar a la ropa limpia, incluso antes de ser utilizada. Según el documento “La ropa hospitalaria y sus fases de procesado” publicado por el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, para evitar la infección es importante proceder correctamente en cuanto a la recogida de la ropa, transporte, limpieza y almacenamiento.
Del mismo modo, se debe tener en cuenta que a la hora de limpiarla se haga con jabones de tipo neutro, para evitar que ésta pique y/o provoque irritación o incomodidad a quien la lleve o a los pacientes (rozaduras etc.)
La misma guía mencionada anteriormente ofrece algunos consejos a seguir:
- Usar el uniforme sanitario solamente dentro del recinto hospitalario. Eso significa que antes de irse para casa es mejor quitárselo todo y guardarlo en la taquilla, cambiarlo, tirarlo o depositarlo en el servicio de limpieza del centro (si lo hay).
- La ropa verde de quirófano es solamente para esa zona, ya que son materiales muy delicados.
- Las batas deben estar abrochadas siempre, para impedir que nuestra ropa diaria entre en contacto lo menos posible con el entorno hospitalario.