Ante la ausencia de dientes, los implantes dentales son una excelente opción para recuperar la funcionalidad y estética de la dentadura. Aunque supone un gran avance para mejorar la calidad de vida de las personas, no está libre de complicaciones.
Las enfermedades periimplantarias son el principal problema de los implantes dentales, las cuales se pueden prevenir y tratar para evitar que perjudique la salud bucodental.
¿Cuáles son las enfermedades periimplantarias más importantes?
Se tratan de enfermedades que producen una inflamación de origen infeccioso, dañando la zona alrededor de los tejidos donde se colocaron los implantes dentales.
La infección ocurre mayormente por una mala higiene bucodental, provocando la acumulación de restos de comida. Esto causa que aparezcan bacterias que terminan por dañar la zona cercana de los implantes.
Cuando aparecen estas enfermedades, los pacientes con implantes experimentan varios síntomas, como el enrojecimiento de los tejidos adyacentes a los implantes, sangrado, movilidad de los implantes, o dolor en la zona.
Las enfermedades periimplantarias son capaces de afectar el 12% de los implantes dentales, y se producen en su mayoría después de pasados 5 o 7 años de la colocación de los implantes.
Las enfermedades periimplantarias se pueden clasificar en dos tipos:
Mucositis periimplantaria
La mucositis es el estado inicial de las enfermedades periimplantarias. Los tejidos adyacentes a los implantes se inflaman, sin comprometer el hueso donde se apoyan los implantes dentales.
La mucositis periimplantaria es uno de los problemas más frecuentes cuando se colocan los implantes, y es la que se puede solucionar con más facilidad.
Periimplantitis
Es una inflamación de los tejidos que rodean el implante, acompañada de pérdida ósea. Es una condición más avanzada que la mucositis periimplantaria y puede llevar a la pérdida del implante si no se trata adecuadamente.
Los síntomas incluyen enrojecimiento, hinchazón, sangrado, formación de pus y, en etapas avanzadas, movilidad del implante.
¿Cómo se previenen?
Al momento de colocar los implantes dentales, las encías de los pacientes deben tener una buena salud. Cuando la salud de las encías es deficiente, el tiempo de vida útil de los implantes dentales se ve reducido.
El principal factor de riesgo para que aparezcan las enfermedades periimplantarias es la existencia de una enfermedad periodontal. Por lo tanto, después de su colocación es importante realizar un seguimiento a la enfermedad periodontal, para evitar problemas más graves.
Una manera práctica y efectiva de prevenir las enfermedades periimplantarias es con una buena higiene bucodental, antes y después de la colocación de los implantes. Gracias a esto, se evitan las complicaciones que pueden originar estas enfermedades.
Los pacientes con implantes se deben cepillar con frecuencia después de cada comida, tanto los dientes y las encías, como alrededor de la zona donde están las prótesis dentales.
También debe usar el dentífrico correcto para la eliminación de la placa bacteriana, la suciedad, y los restos de comida. Además, es recomendado el uso de hilo dental para eliminar la acumulación de residuos en sitios complicados de llegar con el cepillo dental.
Por último, es necesario contar con un buen enjuague antibacteriano que elimine las bacterias de los dientes y encías.
Los pacientes con implantes deben ir regularmente al odontólogo para que revise los implantes, y pueda diagnosticar con tiempo la presencia de los síntomas de las enfermedades periimplantarias.
¿Cómo se tratan estas enfermedades?
El origen de las enfermedades periimplantarias son las infecciones, por lo que el tratamiento principal es eliminar la infección. El odontólogo evaluará la situación para determinar si es necesario eliminar o no los implantes dentales.
En el segundo caso, cuando no hay que eliminarlos, procede a desbridarlo mecánicamente para eliminar la placa bacteriana acumulada.
Una vez lo realice, los pacientes deben acompañar el tratamiento con una excelente higiene bucodental, para evitar que se acumulen nuevamente bacterias en la zona afectada.
Si la enfermedad no es mucositis, sino periimplantitis, el tratamiento es más complejo. En ocasiones se necesitará de tratamiento quirúrgico. Cuando se sufre de periimplantitis, el hueso se ve afectado, dañando la superficie de soporte del implante, por lo que es necesario que sea retirado en la mayoría de los casos.
Para tratar la periimplantitis es posible realizarlo con varios tratamientos quirúrgicos. El odontólogo puede elegir un tratamiento regenerativo, sustituyendo el hueso perdido por otro material, logrando que los implantes dentales cuenten con un asentamiento firme.
El otro procedimiento es la intervención, su elección dependerá de la ubicación de los implantes dentales. Si se ubica en los molares y premolares, la limpieza de los implantes es más sencilla por tener una mayor superficie visible.
Para evitar los métodos quirúrgicos, es importante la detección temprana de las enfermedades periimplantarias. El problema se encuentra en que estas enfermedades no siempre generan dolor, provocando que avancen hasta que se noten.
El síntoma más importante a tener en cuenta es el sangrado. Cuando sangran las encías, significa que existe inflamación. Los pacientes que reciben implantes dentales y noten sangrado, deben ir a un odontólogo para que los revise, y determinar si es o no una de estas enfermedades.
Las enfermedades periimplantarias son problemas que ocurren en ocasiones. Sin embargo, se debe estar atento para evitar que vayan a más, y terminen por perjudicar los implantes dentales.
A través de la prevención y el correcto tratamiento, los pacientes pueden hacer frente a estas enfermedades con mejores resultados.
De igual manera, la visita regular al odontólogo es la mejor manera de cuidar los implantes dentales y evitar que estas enfermedades avancen mucho.
En conclusión, aunque los implantes dentales representan una solución eficaz para recuperar la funcionalidad y estética dental, es crucial ser consciente de las posibles complicaciones asociadas, como las enfermedades periimplantarias. Estas patologías, principalmente la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, pueden afectar seriamente la salud bucodental si no se previenen y tratan adecuadamente. La clave para evitar estas complicaciones radica en mantener una excelente higiene bucal y realizar visitas regulares al odontólogo. La detección temprana y un tratamiento adecuado son fundamentales para asegurar la longevidad de los implantes dentales y preservar la salud oral en general.