Las líneas estratégicas del Plan de para el año 2015 fueron presentadas en Sitges el pasadomdes de noviembre. El Plan recoge las prioridades y las acciones a aplicar a los servicios de la red sanitaria pública, con tres ejes para la reforma del sistema sanitario: programas de salud, transformación del modelo de atención y modernización del modelo organizativo. Estos ejes se concretan en más de 8 líneas de actuación y alrededor de treinta proyectos estratégicos.
Llama la atención el uso de palabras clave como cambio de modelo, calidad, participación, eficacia, liderazgo por parte de los profesionales, situar el ciudadano en el centro del modelo… que se tendrá que ver exactamente como se concretan. También se tendrá que ver como se reforzará, y con qué recursos, la asistencia primaria, que se quiere más resolutiva y con menos esperas, al mismo tiempo que se le imputan visitas de oftalmología, aparato locomotor, salud mental, dermatología y otorrinolaringología. Temas como el copago o la cesión de la gestión en ciertos ámbitos a empresas con ánimo de lucro son motivo de preocupación. El cambio de modelo no puede provocar, de ninguna forma, que la sanidad pública pierda calidad, en beneficio de la sanidad privada, y perjudique los más desvalidos.
Todo y la importancia del Plan, sólo se pueden hacer aportaciones hasta el mes de enero, puesto que se quiere entrar al Parlamento a finales del mismo mes. El pasado noviembre, el Colgio de Médicos de Barcelona presentó las conclusiones del Foro de la Profesión Médica. Organizados en los ámbitos de hospitales, atención primaria, sociosanitario, salud mental, docencia y formación, e investigación e innovación, más de doscientos profesionales se han constituido en veinte grupos de trabajo para elaborar medidas por la sostenibilidad y mejora del sistema sanitario. A pesar de haber sido trabajando desde antes del verano, el departamento de Salud no lo consideró en el documento de Sitges. Cataluña necesita de la implicación de la ciudadanía y de los profesionales sanitarios para llegar a un amplio consenso sobre qué modelo de sistema de salud queremos, que sea justo y sostenible, dentro del contexto de la actual crisis económica y de la mala financiación que sufrimos.