El gluten está presente en muchos alimentos de nuestra vida. Generalmente se encuentra en cereales (trigo, espelta, cebada, avena…). Se trata de una proteína que tiene vitamina B1 y B2, minerales y niacina.
Además de encontrarse ya en algunos nutrientes también se emplea en diversas industrias para elaborar algunos productos alimenticios (pan, seitán, alimentos rebozados, masa de la pizzas sin gluten, alimentos preparados…).
El empleo del gluten como “ingrediente” en otros alimentos se ha incrementado a lo largo de los años gracias a la facilidad y bajo coste de este elemento. A parte del sector alimenticio, el gluten también se usa en la elaboración de cosméticos, envases plásticos reciclables e, incluso, productos de higiene íntima.
Sin embargo, muchos profesionales nutricionales no recomiendan el consumo de alimentos que contengan gluten, pues se trata de un componente difícil de digerir y el proceso de asimilación puede conllevar problemas destacados en nuestro organismo, principalmente en el intestino.
La sensibilidad e intolerancia a este componente puede provocar celiaquía. Generalmente se presenta por una reacción inflamatoria que afecta al intestino delgado. Un gran porcentaje de la población desconoce que padece esta enfermedad a causa de dificultad para reconocer con exactitud los síntomas de ésta. Se suele diagnosticar en la infancia aunque también se ha dado el caso en adultos.
Los principales síntomas que se presentan ante esta enfermedad son: fatiga, cambios de humor, anemia, dolor abdominal, pérdida de masa muscular, náuseas, diarreas, vómitos… Para diagnosticar esta enfermedad se debe realizar un examen exhaustivo y una analítica de sangre. A partir de ahí se puede reconocer diversas tipologías de esta enfermedad para poder seguir un estricto tratamiento que, básicamente, consiste en suprimir el gluten de la dieta.
Son muchas las personas que, aun sin padecer esta enfermedad, suprimen de su dieta cualquier alimento que contenga gluten. Elidir esta sustancia tiene aspectos beneficiosos y algunos negativos, a continuación te ofrecemos algunos ejemplos.
Muchos profesionales en nutrición y en medicina alternativa alaban la supresión del gluten. Proporciona más energía. Hay estudios que relacionan el gluten con la fatiga crónica. Muchos deportistas (algunos mundialmente reconocidos) lo han suprimido de su dieta y se encuentran en mejores condiciones físicas. Facilita la absorción de nutrientes, favorece a la eliminación de grasas, contribuye a bajar de peso…
Dejar de comer gluten generalmente conlleva la adopción de una dieta más sana y favorece en nuestro cutis. Muchos supermercados y restaurantes disponen de secciones con productos y alimentos sin gluten.
Hay muchas opiniones al respecto, a favor y en contra. Lo que está completamente claro es que el abuso de ciertos ingredientes, como en este caso el gluten, no favorece a nuestro organismo. Ser conscientes de los aspectos negativos y positivos de los nutrientes es importante para el cuidado de nuestro organismo.
Son muchos los que se han apuntado al carro de la “dieta sin gluten”. Celebridades, deportistas, modelos… han decidido eliminarlo de su dieta y, todos y cada uno de ellos, aseguran gozar de un excelente estado de salud. Ante cualquier duda es primordial consultar con un médico o nutricionista.